
IRIS: Excelentes críticas en CineMagazine.comMayo 10 al 16, 2002
Estreno de la semana


Título Original:
Iris
País y Año:
Reino Unido, 2001
Género:
BIOGRÁFICA
Dirección:
Richard Eyre
Guión:
Richard Eyre, Charles Wood
Fotografía:
Roger Pratt
Música:
James Horner
Montaje:
Martin Walsh
Intérpretes:
Kate Winslet, Hugh Bonneville, Judi Dench, Jim Broadbent, Eleanor Bron, Angela Morant
Distribuidora:
Manga Films
Calificación:
No recomendado menores de 13 años |
De qué trata
Iris Murdoch
(Judi Dench) y John Bayley (Jim Broadbent) son los invitados de honor a una cena benéfica
en el Somersville College de la Universidad de Oxford. La Directora del centro (Eleanor
Bron) presenta a Iris como "una reputada filósofa así como autora de 26
novelas" y a su marido como "el distinguido profesor de Literatura de la
Universidad de Barton". Iris hace entonces un discurso sobre la educación y la
importancia de la libertad de pensamiento, pasando entonces, y para deleite de todos los
presentes, a cantar una canción tradicional irlandesa: "The Lark in The Clear
Air". Su amiga Janet Stone (Penélope Wilton) la mira embelesada. John la escucha con
admiración y sus pensamientos le transportan al pasado.
La joven Iris (Kate Winslet) charla con sus amigos en un restaurante, entre ellos se
cuenta la joven Janet Stone (Juliet Aubrey), quién será su mejor amiga durante toda su
vida. Después de cenar, a Iris le presentan al joven John Bayley (Hugh Bonneville). John
queda tan impresionado que se atraganta con el vino cuando éste se le va "por el
otro lado". Ella bromea diciéndole que hay una lado bueno para tragar. "Confía
en tu cuerpo", afirma, "yo siempre lo hago".
Iris narra la historia del imperecedero romance entre la novelista y filósofa Iris
Murdoch y su marido John Bayley, desde su primer encuentro en el Oxford de los años 50,
hasta la muerte de Iris cuarenta años después a causa de la enfermedad de Alzheimer.
Sobre la producción
Cuando todavía está reciente en la memoria de los espectadores "Una mente
maravillosa", basada en la vida de John Forbes Nash, llega a nuestras pantallas otra
cinta biográfica. En este caso se trata de "Iris", un filme que narra la vida
de la escritora Iris Murdoch, una de las escritoras más importante de su generación, a
la que se le diagnosticó Alzheimer en 1997 y falleció en febrero de 1999, tres semanas
después de haber sido ingresada en Vale House, un instituto psiquiátrico. Para poner la
historia en imágenes, el encargado fue Richard Eyre, un hombre proveniente del teatro y
la televisión. El director afirma que "aunque he intentado ser fiel a los hechos
acaecidos durante la vida de Iris, a su verdadero espíritu, la película no es una
biografía, ni tampoco es ficción, pero ocupa un poético territorio enclavado entre
ambas concepciones".
Sin duda uno de los máximos alicientes de la cinta es su reparto, encabezado por tres
intérpretes británicos que además obtuvieron una nominación al Oscar por su trabajo en
este filme. La primera es Judi Dench, quien ya lo ganó en una ocasión por
"Shakespeare in Love". Aquí da vida a la escritora Iris Murdoch en su edad
madura. Para la actriz "Iris fue un desafío agotador ya que hay mucha gente que la
conoció en persona; que la conocieron bien y en todos lo aspectos de su persona. Llegó
un momento en que me dio la sensación que todo el mundo la había conocido menos yo.
Todos te explican cosas, con diferentes matices, y cada uno de los que la conoció tiene
una opinión diferente sobre ella. Lo coges todo, y entonces puedes extraer la esencia de
la persona". Para encarnar al personaje en su juventud, la elegida fue Kate Winslet,
nominada en dos ocasiones ("Sentido y sensibilidad" y "Titanic"), y
últimamente un tanto apartada del cine. Pero el que se ha llevado la preciada estatuilla
al mejor actor secundario ha sido Jim Broadbent, a quien hemos podido ver recientemente en
"Moulin Rouge". El intérprete asegura que "es una verdadera historia de
amor sobre personas ya mayores, que posee a su vez y en algunos un tono algo más ligero y
humorístico, por lo que no es sólo una triste, oscura y larga despedida. Es conmovedora;
no sólo una historia triste, extrae cualidades muy buenas de las personas. Me gusta mucho
esa complejidad".
Nuestra crítica (Blai Morell)
No debe resultar nada fácil trasladar a la pantalla la vida de una persona que ha
existido, que ha tenido un rostro, una cara, una personalidad identificable. Esos llamados
biopics que tan de moda se pusieron en Hollywood allá por los años 40 se han continuado
y se continúan llevando a cabo porque el público no sólo quiere ficciones con las que
evadirse, sino que en su afán de conocer detalles de la vida de esas personas, también
los pide. Pero para llevar a cabo un buen biopic, se deben tener en cuenta varios
detalles. Y el que es más importante es que no se debe manipular al espectador, y tomarlo
casi por tonto. El ejemplo más evidente es el que ofrece Hollywood con "Una mente
maravillosa", donde con una desvergüenza sinpar, Howard y su guionista nos ofrece
una postalita tipo Hollywood donde transforman la vida de John Forbes Nash en un triste,
borchornoso, burdo, lamentable espectáculo. Todo lo contrario que sucede en esta elegante
cinta británica donde se narra en tiempo presente y pasado la vida de Dame Iris Murdoch,
una escritora que adquirió fama en Gran Bretaña, y que está considerada una de las
mejores escritoras de su generación.
Casada con el
también escritor John Bailey, Iris enfermó de Alzheimer, y falleció tiempo después. La
película está excelemente narrada: alterna de forma sublime ambos tiempos donde vamos
siguiendo la vida de ambos personajes a lo largo de muchos años, desde el momento en que
se conocen hasta que se separan. Conocemos no sólo el sufrimiento de la enferma, sino de
la persona que la cuida y que está a su lado: y es que lo suyo no fue un cuento de hadas,
sino una historia de amor que se ajusta más a la realidad. Su director, Richard Eyre, nos
ofrece un buen trabajo, aunque la mejor parte del pastel se la llevan los protagonistas
del filme. Una impresionante Judi Dench demuestra que la austeridad lleva más lejos que
el exceso -véase Russell Crowe-, Kate Winslet recupera el tono de interpretaciones
pretéritas, y el simplemente magnífico Jim Broadbent borda su trabajo. Y un último
apunte: poco importa si la película no refleja fielmente todo aquello que en realidad
sucedió, porque como mínimo tienen la decencia de no jugar con el espectador. Una
lección que otros directores con Oscar deberían aprender para no caer en el más
absoluto de los ridículos. |